Muchos analistas detectan paralelismos entre la sociedad actual y el mundo de 1984, sugiriendo que estamos comenzando a vivir en lo que se ha conocido como sociedad orwelliana[cita requerida]. El término orwelliano se ha convertido en sinónimo de las sociedades u organizaciones que reproducen actitudes totalitarias y represoras como las representadas en la novela. La novela fue un éxito en términos de ventas y se ha convertido en uno de los más influyentes libros del siglo XX.
Se la considera como una de las obras cumbre de la trilogía de las antiutopías de principios del siglo XX (también clasificadas como ciencia ficción distópica), junto a la novela de 1932 Un mundo feliz (Brave new world en inglés), de Aldous Huxley, y Fahrenheit 451 de Ray Bradbury. Algunos consideran a esta novela un plagio de la obra Nosotros escrita por Yevgeni Zamiatin en 1921. Por su parte Orwell reconoció la influencia de la misma en su novela.
En la novela, la sociedad localizada en una futura Inglaterra se encuentra divida en dos grupos, que son los únicos visibles. Los miembros del Partido Único, que viven obnubilados por una completa y atroz represión, y por otro lado una masa de gente extremadamente pobre que vive atemorizada y aislada de la política.
La novela es una descripción analítica de los régimenes totalitarios con un final desolador. El personaje principal es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad (uno de los cuatro ministerios que hay). Su cometido es reescribir la historia.
El mundo según la novela 1984.
Winston Smith vive en el Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres superpotencias:
Oceanía, donde impera el Ingsoc, acrónimo inglés para "socialismo inglés". Oceanía comprende el Reino Unido, América, Australia, Nueva Zelanda y el Sur de África.
Eurasia, donde impera el neobolchevismo. Eurasia comprende la Unión Soviética (incluida la parte asiática) y Europa (excepto el Reino Unido).
Estasia (1984) (Asia Oriental), donde impera la "Adoración de la Muerte" o "Desaparición del Yo" . Estasia comprende China, Japón y Corea.
Además, hay diversas zonas del mundo que están siendo disputadas entre las diversas superpotencias.
El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo. El Partido es la organización al que han de pertenecer todas las personas. Sólo están exentos de esta afiliación los "proles", trabajadores que constituyen la inmensa mayoría de la población, mantenidos en la pobreza pero entretenidos de diversas formas por el Partido para preservarlos contentos con su situación, prácticamente sólo saben obedecer órdenes y sus mentes aceptan sin queja cualquier mandato aunque vaya en contra de sus mismos intereses; se les concede los mismos derechos que los animales y de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: "a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno". Ni siquiera la familia está por encima de su presencia, es común la denuncia por parte de hijos pequeños a sus propios padres por traicionar al Partido. Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que ya ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.
En la novela, la sociedad localizada en una futura Inglaterra se encuentra divida en dos grupos, que son los únicos visibles. Los miembros del Partido Único, que viven obnubilados por una completa y atroz represión, y por otro lado una masa de gente extremadamente pobre que vive atemorizada y aislada de la política.
La novela es una descripción analítica de los régimenes totalitarios con un final desolador. El personaje principal es Winston Smith, que trabaja en el Ministerio de la Verdad (uno de los cuatro ministerios que hay). Su cometido es reescribir la historia.
El mundo según la novela 1984.
Winston Smith vive en el Londres de un virtual 1984, en un mundo dividido en tres superpotencias:
Oceanía, donde impera el Ingsoc, acrónimo inglés para "socialismo inglés". Oceanía comprende el Reino Unido, América, Australia, Nueva Zelanda y el Sur de África.
Eurasia, donde impera el neobolchevismo. Eurasia comprende la Unión Soviética (incluida la parte asiática) y Europa (excepto el Reino Unido).
Estasia (1984) (Asia Oriental), donde impera la "Adoración de la Muerte" o "Desaparición del Yo" . Estasia comprende China, Japón y Corea.
Además, hay diversas zonas del mundo que están siendo disputadas entre las diversas superpotencias.
El Gran Hermano suple a todo personaje político: él es el comandante en jefe, el guardián de la sociedad, el dios pagano y el juez supremo. Él es la encarnación de los ideales del Partido, el Partido ubicuo, único y todopoderoso que vigila sin descanso todas las actividades cotidianas de la población, al punto que inclusive en las calles y casas hay dispositivos de vigilancia para conocer todos los actos de cada individuo. El Partido es la organización al que han de pertenecer todas las personas. Sólo están exentos de esta afiliación los "proles", trabajadores que constituyen la inmensa mayoría de la población, mantenidos en la pobreza pero entretenidos de diversas formas por el Partido para preservarlos contentos con su situación, prácticamente sólo saben obedecer órdenes y sus mentes aceptan sin queja cualquier mandato aunque vaya en contra de sus mismos intereses; se les concede los mismos derechos que los animales y de hecho, la Policía del pensamiento apenas los vigila: "a los proles se les permite la libertad intelectual porque no tienen intelecto alguno". Ni siquiera la familia está por encima de su presencia, es común la denuncia por parte de hijos pequeños a sus propios padres por traicionar al Partido. Irónicamente, Orwell insinúa la posibilidad de que ya ni siquiera sea una persona real, sino un mero icono propagandístico.
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